El sábado 6 de noviembre en Figueira da Foz, Portugal, tuvo lugar una jornada de test de la nueva montura de Jorge Pérez Alonso. Un espectacular Porsche 997 GT3 Cup que dará mucho que hablar en la defensa del título la próxima temporada en el Campeonato Gallego de Montaña.
La jornada se desarrolló en un tramo de asfalto de 2,5 km cerrado al tráfico, con el preceptivo permiso de las autoridades de Figueira da Foz, del que se debería tomar nota en España. El test estuvo muy bien organizado por Paulcar Competições, con Paulo Carvalheiro al frente.
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Tres Porsche y un BMW
A cinco kilómetros de la playa Osso da Baleia, la asistencia dio cobijo a dos Porsche 991 GT3 Cup, un Porsche 997 GT3 Cup y un BMW M3 e90. Una reunión de coches espectaculares que iban a ser los protagonistas de una jornada de test. Al volante se pudo ver a Paulo Carvalheiro, Miguel Campos con Dercio Carvalheiro a su derecha y Jorge Pérez acompañado por Maikel Márquez como copiloto.
Primeras sensaciones con el Porsche 997 GT3
El día comenzó de mañana con el setup del Porsche 997 GT3 para adaptarlo al estilo de conducción y transferir conocimiento de Paulcar Competições al equipo habitual en la asistencia de Jorge Pérez.
La primera pasada al trazado supuso los 5 primeros kilómetros de toma de contacto con el vehículo. En la asistencia indicaban a Pérez que se tomara su tiempo para conocer el coche, pero en el pasada de regreso al punto de inicio ya se advertía una rápida adaptación a la conducción que exige el Porsche 997 GT3 Cup.
En las tres pasadas siguientes que se realizaron por la mañana, sumando un total de 20 km, se pudo comprobar la rápida comprensión del funcionamiento y exigencias del 997. Las evoluciones en el tramo de Pérez eran cada vez más espectaculares, sorprendiendo por la rapidez del paso por curva y la alta velocidad circulando en zonas rápidas.
Un coche para reeditar título de montaña en 2022
Tras una pausa para reponer fuerzas, el trabajo en la asistencia continuó en el setup del coche, atendiendo ya a las primeras impresiones de Jorge, que tras las pasadas al tramo por la mañana requería soluciones a incidencias detectadas.
Las pasadas de la tarde ampliaron el número de kilómetros y se reafirmaban las sensaciones de muy buena y rápida adaptación. Tan buenas sensaciones las confirmaba a la finalización del test el propio Jorge Pérez cuando comentaba que sentía tener entre manos un coche de carreras superior a los BMW con los que venía compitiendo. Indicaba a su equipo que el paso por curva era fácil de ejecutar, ya que la respuesta del coche a la aceleración tras el giro era firme e inmediata. También destacaba que el Porsche 997 GT3 se comportaba muy estable; incluso en los salto, con una recepción suave y segura.
La velocidad sobre el asfalto portugués también fue protagonista, llegando a alcanzar los 200 km/h, sin que en la principal recta del tramo, recta de 650 mts, permitiese acabar la sexta. Jorge era muy explícito cuando decía: «he metido sexta, pero no he conseguido llegar a ir al corte».
Miguel Campos y Paulo Carvalheiro
Intercalados con Jorge Pérez, primero Miguel Campos por la mañana y también Paulo Carvalheiro de tarde, los anfitriones en el test sacaron a rodar el 991.2 de 2019. Miguel Campos, campeón del Campeonato Portugués de Rallyes en 2002 y subcampeón del ERC en 2003, dedicó la sesión de la mañana, junto a Dercio Carvalheiro, a optimizar el rendimiento del coche. Ya de tarde tomó los mandos Paulo Carvalheiro que sorprendió a los asistentes con la altísima velocidad a la que circulaba en el tramo, con una velocidad punta de 220 km/h.
Test legal en carretera
Una cuestión destacada en relación a este test es la posibilidad de poder realizar pruebas y entrenamientos como este de forma totalmente legal. La colaboración de los GNR, el equivalente a la Guardia Civil en Portugal, fue total. Los seis agentes participantes en el dispositivo de seguridad facilitaron el trabajo del equipo.
Buena nota se debería tomar en Galicia de los permisos para estos test en carretera. No es de recibo que casi cualquier deporte puede realizar sus entrenamientos con el apoyo de la administración pública, incluso con inversiones de los impuestos de todos (construcción de pabellones públicos, campos de fútbol, pistas de atletismo, etc.), y que el automovilismo carezca siquiera del apoyo para poder practicar este deporte de forma segura durante entrenamientos y tests.
Faltan medios materiales y económicos en el apoyo al automovilismo. Es una reivindicación histórica que no debe dejar de ser impulsada por pilotos y equipos, pero especialmente por las instituciones deportivas como federaciones, secretarías autonómicas para el deporte, etc. La posibilidad de realizar test en carretera, con el apoyo en materia de seguridad vial por parte de la Guardia Civil, supondría un importante paso adelante en el automovilismo deportivo.