La historia de la marca Alpine nace en 1952 cuando Jean Rédélé, un joven piloto y mecánico de 24 años, decide construir su propio vehículo de competición, tras participar en diferentes pruebas en años anteriores. Rédélé llega a obtener el cuarto puesto en el Rally de Monte Carlo en 1951. Para mejorar las prestaciones de su coche encarga a Giovanni Michelotti una carrocería con mayor factor aerodinámico y en colaboración con los hermanos Chappe realiza diversas mejoras. El resultado fue un pequeño coupé ligero y más potente que el Renault 4CV en el que basaba. Con el Renault 4CV Special Sport gana ese mismo año la Mille Miglia y las 24 Horas de Le Mans. Es en 1955 cuando Rédélé decide iniciar su recorrido profesional: nace Alpine con su modelo A106.
El modelo A106 sirve como base para la creación de modelo A108 que evolucionaría en el mítico Alpine A110 Berlinette, que tomaba como base el Renault 8. En 1965 termina el recorrido de fabricación del A108 y Alpine se convierte en un fabricante de un único modelo. Pero el gran éxito comercial, apoyado por los éxitos deportivos, impulsa a la compañía y es a comienzos de los años 70 que Renault muestra interés por adquirir Alpine y hacerse con el control del modelo con el que potenciar su presencia en la alta competición en el mundo de los rallyes.
Primer WRC para Alpine
Entre los años 1970 y 1972 se organizó el Campeonato Internacional de Marcas, que contaba en su calendario con el Rallye de Monte-Carlo, el rallye de Suecia o el Rallye Acrópolis, entre otros. En la primera edición Alpine obtenía el subcampeonato ante Porche y en 1971 se alzaba con la corona con pleno de victorias en las pruebas realizadas, superando sobradamente a Saab, Porche y Lancia. En 1972 el declibe de Alpine le lleva a participar en solo dos pruebas con un discreto resultado que le hicieron ocupar la penúltima plaza del mundial.
La entrada de Renault en la propiedad de Alpine llegó justo en el momento de creación de una nueva competición de rallyes a nivel mundial que se basaba en el Campeonato Internacional de Marcas y el Campeonato de Europa de Rally, entre otros, nacia en 1973 el WRC.
La apuesta de Renault por la competición como herramienta comercial comienza con la inscripción de un Alpine A110 1800 en la prueba inaugural del WRC, el Rallye de Monte-Carlo y en el que Jean-Claude Andruet y su copiloto Michele Petit llevan al Alpine a lo más alto del podio. Pero no solo primero, sino que otras dos unidades A110 completan el podio en Mónaco. Como curiosidad, el copiloto de Ove Andersson, segundo en el rallye, era Jean Todt, que iniciaba su carrera en la estructura de Renault Sport.
Esa edición inaugural del WRC fue una auténtica exhibición de Alpine-Renault. Al pleno de Monte-Carlo se suman un tercer puesto en Suecia; primero y segundo en Portugal; primero en Marruecos; primero y tercero en Grecia; segundo en los Alpes Austriacos; primero y tercero en San Remo; y, pleno en el podio de Córcega. Evidentemente, con semejante palmarés Alpine-Renault se alzó con el Campeonato de Constructores, primero y único de los títulos de la marca en el mundial. Tras semejante éxito Renault cambió sus proyectos deportivos para Alpine y mantuvo la marca con un bajo perfil comercial a modo de empresa filial.
En 1978, Alpine conseguía la victoria absoluta en las 24 Horas de Le Mans con el modelo A442B Turbo, un V6 de 2,1 litros que alcanzaba los 359 km/h. Pero ese nuevo éxito de Alpine era nuevamente solo flor de un solo día. El presidente de Renault, Bernard Hanon, anuncia que la marca del rombo se retira de toda competición para centrase exclusivamente en la Fórmula 1.
El resto es historia bastante conocida. La adquisición del equipo Benetton, los campeonatos de 2005 y 2006 con Fernando Alonso, la compra de Lotus y su transformación en Alpine F1 Team. En 2021 comienzó una nueva página de la marca fruto del empeño de un joven piloto de 24 años que quería mejorar su Renault para competir en rallyes.