La temporada de 1983 en el WRC será siempre recordada por la llegada de los Grupo B y la lucha de Lancia y Audi por ganar el mundial. Entre las historia de esa temporada destaca la del Lancia 037 cambiando de neumáticos en mitad de tramo en el Rally Monte-Carlo.
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El Lancia 037 se estrena en la primera temporada de los Grupo B
Aunque ya en 1982 la FISA, actual FIA, había aprobado la reglamentación técnica que dio paso a los automóviles del Grupo B, no fue hasta la temporada de 1983 en la que éstos desembarcaron de forma global al WRC. Entre los coches que se vieron en los tramos ese año destacaban el Lancia 037, el Audi Quattro o el Renault 5 Turbo, entre otros. Casi todos destacaban por la incorporación de motores turboalimentados por primera vez en la historia del mundial.
Lancia quería optar a hacer doblete en el mundial de 1983. Quería el título de pilotos y el de constructores. Para lograrlo fichó al que era el vigente campeón, Walter Röhrl; que venía de sumar un segundo título mundial, en 1982 con el Opel Ascona 400. Pero, además de fichar al mejor piloto, se lanzó, ya desde el año anterior, al desarrollo de un automóvil que aprovechara al máximo la nueva reglamentación de los Grupo B.
El proyecto se llamó Lancia 037 Rally, con un motor central de 4 cilindros, 2 litros, 300 cv y tracción trasera. Su gran competidor era el Audi Quattro A1 que contaba con turbo y tracción integral, pero con motor de 5 cilindros de 2.1 litros de mayor peso que el Lancia.
La climatología clave en Monte-Carlo 1983
El evento inaugural del mundial de 1983 fue el Rally Monte-Carlo que en esa edición se disputaría principalmente bajo condiciones de seco. La climatología favorecía los intereses de Lancia, ya que la presencia de nieve habría favorecido a Audi por su tracción integral. Pero, con un clima estable y seco, la tracción trasera y el menor peso del Lancia 037 eran perfectos para situarse en lo más alto de la clasificación. Pese a esto, en Lancia no estaban completamente convencidos de su ventaja e idearon un plan con el que mejorar su rendimiento.
En el séptimo tramo, en la subida al Col de Laval, las condiciones del asfalto eran cambiantes. Al inicio de la especial se corría sobre asfalto seco, pero según se comenzaba a subir, la nieve y las placas de hielo hacían acto de presencia. Ante el temor a una salida de pista y posterior abandono, Césare Fiorio, director de equipo de Lancia, ordenó a sus mecánicos que en cuanto el Lancia 037 de Röhrl alcanzara el punto kilométrico en el que había nieve, detuvieran el vehículo y procedieran a cambiar los neumáticos de seco por neumáticos de clavos.
Las históricas grabaciones de 1983 muestran que el tiempo empleado para ese cambio de neumáticos fue de un minuto. Pese a este tiempo perdido, el cambio de neumáticos resultó compensar, ya que sería 20 segundos más rápido que los Audi Quattro. Al final del rally, superaba en más de once minutos al mejor Audi.
Último título de constructores para un tracción trasera
Lancia ocuparía la primera y la segunda posición del Rally Monte-Carlo de 1983 y obtendría la primera victoria de un Grupo B. Audi se situaría en tercera y cuarta posición. Por delante del Opel Ascona 400 de Ari Vatanen. Al final de la temporada Lancia, con el Lancia 037, se haría con su cuarto título de constructores, por tan solo dos puntos sobre Audi. Sería el último título de constructores logrado con un tracción trasera. Hannu Mikkola sería el campeón de pilotos, con gran mérito, pues luchaba no solo con sus rivales, sino con la poca fiabilidad del Audi Quattro.